Amo al hinojo, por Cristina Schiavi

En sus últimos trabajos Nushi Muntaabski vuelve a los cultivos. Su propia vida, alejada de la ciudad, la inspira.

La plantación, el cuidado de la huerta, la experimentación con terapéuticas botánicas, la conectan con aquellas mujeres de la antigüedad llamadas “curanderas” o “brujas”. Las herramientas que utilizaban para proteger o curar eran las mismas que Nushi usa: aceites naturales, polvos, etc.

Nushi rescata un saber empírico, relacionado a lo orgánico como las verduras, frutas, hierbas y lo curativo.

Nushi y su mundo circundante, la huerta, sus aceites y el hinojo.

El cuidado de la huerta protege la tierra, le devuelve su dignidad.

La terapéutica botánica de Nushi alterna el cuidado, la alquimia y el brillo que forma parte de lo festivo.

El brillo de los hinojos, de su esencia, nos trae serenidad y traslada nuestra imaginación a otros mundos posibles.

Por Cristina Schiavi

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