Amo al hinojo, por Georgina Valdez Cristófani

Siento un privilegio enorme de poder presentar esta exposición de la mano de una artista (y mujer) esencial para el arte argentino, curada (y cuidada) por otra de nuestras grandes. 

Esta exposición nace del deseo de conectar. Conectar con la tierra, con lo que nos trae vida, conectar desde el arte con la salud. En las medicinas ancestrales se consideraba que todo lo que vemos, olemos o percibimos por nuestros sentidos nos alimenta, nos transforma. Esa transformación puede ser positiva (nutrición) o negativa (toxicidad). Amo el hinojo está intencionada hacia la idea de nutrir; desde la calidad estética de las esculturas, el aromaterapia de aceites esenciales que la artista incorpora a las salas, hasta el amor puesto en cada detalle y en cada gesto se transforman en sustento para quien observa. 

Amo el hinojo es una muestra esencial no por su por su escala, (de hecho se presenta en una galería de proporción doméstica y fue totalmente producida vidrio a vidrio por las manos de la artista y un pequeño equipo de mujeres) si no que es valiosa por su profunda honestidad, por su intención de compartir desde el arte lo que uno ama, lo que nos salva. Una muestra dedicada a una planta y sus propiedades podría parecer menor, pero cada detalle, cada intención tiene una grandilocuencia que hace eco dentro nuestro y nos transforma, sutil pero poderosamente.

Amo el hinojo es una de esas muestras que sorprenden, como cuando descubrimos un jardín secreto a través de una pequeña puerta en medio de una mole de cemento. Nushi nos regala ese momento para oler las flores, nos transporta a su huerta amada, a su universo afectuoso. 

Por Georgina Valdez Cristófani. Directora de The White Lodge

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