Homenagem, Nushi Muntaabski, Arteba, 2012

El Malba este año cumple 10 años de vida. Entre los cambios y las mejoras se presenta la posibilidad de rediseñar la fuente que posee el Malba en su acceso.

No solo por una cuestión estética sino edilicia, urgen reformas.

Me invitan a presentar un proyecto, para lo cual no pude abstraerme de Burle Marx y la historia que está ligada al barrio, al lugar de emplazamiento del museo y a mi propia historia.

Convoco a Cristina Schiavi, artista que también está en la colección del museo, para trabajar juntas el diseño nuevo de ese espacio. Ella es una gran amiga y juntas compartimos el gusto por Burle Marx, fueron muchos encuentros dibujando en mi taller, en su casa, buscando fotos de paisajes, veredas y  terrazas de edificios hechas por el artista brasilero, para   acercarnos más a la  estética y al trazo de sus paisajes.

En un momento estábamos rodeadas de “relecturas” de él. Nos centramos en la planta original de la plaza Republica del Perú, ya solo esa imagen era increíble. Y empezamos a desarmarla, cortarla, redibujarla hasta encontrar tres opciones que nos gustaron mucho. Aún eran “fuentes de agua” y tenían sus chorros con muchas formas. Fue un trabajo intenso, entre amigas, pero nunca dejamos de pensar en la gente que la observaría tanto desde la explanada como desde los edificios lindantes, algo que siempre le intereso a este señor, la mirada aérea de sus obras.

Después de esto me concentre en la maqueta, las dimensiones, los materiales a utilizar. Junte mosaicos venecianos, porcelanatos, pastinas y pegamentos haciendo muestras pequeñas, armando, jugando.

Sin proponérmelo también estaba usando todos materiales de producción argentina. Otro gesto reconocido del artista, trabajar con lo autóctono, con lo que se produce, crece y se fabrica en el país. Ame esa casualidad. Y me sentí bien encaminada.

Una vez armada la maqueta de Malba con sus diferentes propuestas de diseños me reúno con Eduardo Costantini un día caluroso de verano en el museo, en un momento como al pasar dije – Esto no tendría que decirlo, pero me encantaría que fuera una plaza seca. Costantini me miró y dijo: -Ya lo dijiste, nos reímos.

El escuchó atentamente, miró y estudió todo con una mirada crítica y meticulosa, habló de tres conceptos que le interesaban del proyecto:  lo lúdico, la comunidad y la expansión. Aprobó el proyecto.

Salí  de la reunión feliz como nunca, un sueño tomaba forma en el lugar más deseado: hacer una plaza, homenajear a Burle Marx, trabajar junto a una gran artista /amiga y sobre todo realizar un proyecto pensado para la gente, las escuelas, los turistas, los artistas y para toda la comunidad que se acerca al Malba a disfrutar del arte en todas sus formas.

Nushi Muntaabski

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